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dos los pecados de los hombres con cuya res– ponsabilidad tiene que cargar El, que es ino– cente. Acompaña a la Santísima Virgen en su do– lor, al despedir a su Hi jo que va a la mue'.rte. Acepta la cruz de la vida en unión con Je– sús y su Madre, como satisfacción por tus pe– cados. 2.' La flagelación de Jesucristo atado a la columna Contempla el cuerpo de J esús desgarrado por los azot es, de tal manera que ha perdido la figura de hombre; y piensa en el dolor de la •Madre, al ver así maltratado a su Hijo. Pide en este misterio amor a la •virtud de la castidad y promete no profanar tu cuerpo, recordando el tormento que at ado a la colum– na padeció Jesucristo por nuestros pecados. 3.' La coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo Contempla con espanto la sangrienta burla de que es objeto Jesucristo. Coronad.o de es– pinas, vestido con una vieja clámide de púr– pura y por cetro una caña, los solda.:ios le sa– ludan : «Dios te salve Rey de los judíos» . Con la Virgen saluda a Jesucristo como Rey de los siglos y pide que sea pronto una reali– dad su reinado de amor y de gracia. Z06

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