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-80- no será, pues, el amor de las madres for– madas por la gracia? Junta en un solo corazón todo el amor que las madres tienen a sus hijos, y aun será menor que el que yo profeso a cad3. una- de las almas. Alma querida, pién– salo bien, te amo más que a los ángeles, porque tengo tu misma naturaleza y soy tu hermana, aún más, soy tu madre en el orden de la gracia. De tal modo, con tal exceso he amado a los homb'res, que entregué a mi Hij,o unigénito a la muer– te por salvarlos. Y en el cielo, postra– da ante el trono del A1tísimo, estoy con– tinuamente rogando por la conversión de los pecadores y la perseverancia de 1os justos. Yo soy Madre de misericordia, mas tú no me hagas Madre afligid:t con tus pe– cados. •· .ALMA.-Gracias, Madre mía, por este amor tan tierno y ardiente que me tenéis. Mi corazón, siempre agradecido a los que me han hecho algún beneficio, ¿ no sa– brá agradecer;os los innumerables que ..de Vos he recibido?

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