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-20- Jesús siente que le van faltando las fuerzas, que ya le queda poca sangre en las venas, que está a punto de morir. El conoce que se ha dado todo en cuerpo Y sangre, alma y divinidad por la salud de los hombres en la Eucaristía y el Calva– rio, pero sabe que aún le queda una co– sa por dar: S'U Madre. Su corazón se es– tremece al pensar en las ovejas que que– dan dispersas y sin pastor, y, haciendo el último esfuerzo, la última demostración de amor al hombre, exclama: "Mujer, he ahí a tu hijo". IDste fué el momento en que yo fuí constituída Madre de to– dos los hombres, Pastora de todas las ovejas de~ místico rebaño del divino Pas• tor Jesús, de las ovejas fieles que viven en el seno de la Iglesia Católica y d_e las que aún vagan errantes fuera de él. Des– de aquel día empuño en mis manos .. el cayado y no ceso de correr en busca de l:ls ovejas perdidas y extraviadas para traerlas al redil; y a las que ya están dentro, les doy a beber de la gracia que es el agua que mana de los santos sa– cramentos, las apaciento con mis virtu-