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puestos desde Zaragoza. En atención a estas circunstancias, considera– mos que lo mejor será permanecer aquí el día completo; así descansare– mos y conoceremos la ciudad (5) . Sería imperdonable no visitar la catedral de Santa María la Redon– da, cuyo cuerpo central es de puro estilo gótico y en torno al cual se nan dado cita maestros renacentistas y platerescos y los arquitectos que plas– maron en piedra la monumental fachada con sus torres barrocas; o 1a lmperial Iglesia de Santa María del Palacio, de título pomposo y eleva– dísima aguja; o la románica de San Bartolomé, con su extraordinaria puerta historiada, comida en parte por el agua y el sol de muchos años, y su torre de escuela mudéjar aragonesa; o, finalmente, la iglesia de nuestro Señor Santiago. Mientras permanecemos, silenciosos, en esta iglesia de Santiago, cuya estructura actm'-1 es más moderna que la de los otros templos ya visita– dos (y más todavía el Santiago Matamoros de la fachada), nos trasla– damos con la imaginación a aquellos remotísimos tiempos en que los an– tiguos caminantes de Santiago acudirían a este mismo lugar, asiento de algún otro oratorio más modesto y primitivo, a calmar la sed de sus almas después de haber apagado la otra sed en la cercana Fuente de los Peregrinos . .. El resto de la ciudad, con sus jardines, monumentos y avenidas, su– pone para nosotros una visita de puro trámite y cortesía; pero no cala tan hondo ... Después de comer es obligada, al menos para nosotros, una señora siesta, que nos relaja y nos tonifica; dedico un buen espacio a la redac– ción de este Diario, escribo unas cuantas tarjetas y me doy un pequeño paseo por calles antiguas y recoletas. Nos acostamos temprano. 2 DE JULIO: LOGROÑO - SANTO DOMINGO DE LA CALZADA (47 KM.) Hoy también nos «toca» desayunar antes de la salida. Nuestros ca– ritativos huéspedes, émulos de los de Tudela, nos han dejado preparados café con leche y fruta para el desayuno y unos bocadillos y vino para el amarretako. Es de noche. Siguiendo las indicaciones que recibimos ayer, buscamos la «carrete– ra de Castilla», que no es otra que la N-232, de la que ya tenemos algu– na referencia ... «No se preocupen, que el Camino está muy bien seña– lizado de aquí en adelante», nos dijeron. 24