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CAPITULO VI LAS COMUNIDADES CRISTIANAS DE BASE HACEN UNA IGLESIA MAS ENCARNADA, . MENOS ABSTRACTA Hemos visto en el capítulo segundo de la segunda parte de este libro (páginas de la 38 a la 45), cómo Cristo se hizo historia, y está encarnado y configurado, por su Evangelio, en las acciones todas de los hombres. No es algo abstracto Cristo, ni su Evan– gelio tampoco, sino terriblemente concreto y real; tan concreto y real como la acción de cada hombre en el mundo, puesto que, tanto El como su Evangelio, o El por su Evangelio, está metido en ella, en esa acción del hombre, en cierto sentido dándole forma. Concluimos allá que el Evangelio también es político ; polí– tico, porque está encarnado en la acción humana, y sólo tiene razón de ser·desde la vida que recibe de esa acción humana, y en la medida en que se concreta y encarna en el mundo por ella. Repetimos: No decimos que toda acción humana sea polí– tica, aunque para muchos lo es, sino que sí que toda política es acción humana, y por tanto, debe estar encarnada sólo . y según el Evangelio, como toda acción del hombre, más: hecha Evan– gelio, puesto que no se puede disociar el Evangelio y acción humana, pues en la práctica se confunden, puesto que el Evan– gelio es esa acción humana hecha según Dios. Tal vez lo aclare más aquello que decíamos allá: «el Evangelio no es más que la -125-

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