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está cerrada la ciencia de los indios", ("Relaciones interesantes de la Gran Sabana", (Continuación), En: Venezuela Misionera, N° 182, 83). Como anotábamos antes, estos espíritus son ayudantes del piache o piasán, quien, en el primer paso de su ritual inciático-consagratorio, debe obtener piedrecitas de jaspe o roca (iat), donde se encuentra mawarf, y las cuales debe llevar, siempre, como ayudantes. El paciente que ha sido víctima de la salida de su alma (ekatón), porque mawarf la ha robado, sufre una enfermedad, la cual puede ser identificada con el término pemón: woi-paré (¿muerte momentánea?); por tal motivo, necesita de piasán, quien, a su vez, invocará, invocará el descenso de estos espíritus (mawaritón) cuando comienza los cantos durante la ceremonia de curación del enfermo. Debe sefialarse que, si el paciente muere, nunca caerá la culpa sobre el piache, sino sobremawarf, el culpable de haberle robado definitivamente el alma al enfermo. Se produce, entonces, el patakaréo separa– ción definitiva del alma del cuerpo del hombre. La recreación literaria de estos "seres imaginados por los indios" (Cesáreo de Armellada, Taurón Pantón, 11, 81), se manifiesta, por ejemplo, en el pragma– tismo de esta literatura. Podemos encontrar nuestras como: "Mawari piapanitok teremurú: Tarén para aplacar a los mawarí", (Cesáreo de Armellada, Pemontón Taremurú, 80 y se.) o "Mawariton tinipanitok taremurú: Tarén para amansar a los mawaritón", (lbid., 295 y ss). Muchos de los grupos indígenas venezolanos han "creído" en estos seres; sin embargo, sus atributos varían. Para los guajibos, por ejemplo, los malari son espíritus curanderos que actúan cuando hay un mal en la comunidad; los tamanacos (karibes), según Gilij, creen que de mávari proviene todo el mal: "No puede ser otra cosa que algún demonio" (Ensayo de Historia Americana, 11, 37); los kari' fía, karibes que habitan en los Estados Anzoátegui y Bolívar, consideran a maware el duefio de uno de los mundos inferiores, iniciador de los piaches, símbolo dedevación e intermediario-eje del mundo-entre el cielo y la tierra. (Marc de Civrieux, "Religión y magia Kari'fia, 436). Se relaciona con los zamuros, mensajeros del duefio del cielo y con los cuales pone en contacto a los piaches humanos. Los ye'kuana conciben a Máwari como uno de los miembros de la trinidad demoníaca, conjuntamente con Húio, Sefíor de las aguas, y Odo'sha, duefio del bosque. Es, también, Sefior de la muerte. (Daniel de Barandiarán, "Introducción ala cosmovisión de los Indios Ye'kuana-Makiritare", 826). Ratú. "Ser fantástico, que supone vivir en el agua, de la que es duefío. Le atribuyen dentro de su elemento un mundo semejante al de los Pemón. Todas las desgracias que pasan en este elemento se atribuyen a Rató, que vive en cada poro hondo y remolino".(Diccionario Pemón, 169 y s.) 147