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92 PRESENCIA ANTIGUA (1598-1835) En 1684 el P. Francisco José fue hecho prisionero nuevamente y llevado a Madrid. < 20 l Esta fue la segunda ~ez que las autocdades violaban la inmunidad eclesiástica de la que gozaban los religiosos_ Según el historiador José Tomás López García, 1-::is documentos oficiales de la Orden se equivocan cuando afirman que el P. Francisco José de Jaca murió en el convento de Daroca en 1686, é_ los 41 años de edad.<2 1 l Los Archivos de Propaganda Fide en el Vaticano guardan una carta de este intrépido defensor de los esclavos, fechada en Madrid, el 18 de febrero de 1688, dos años después de su supuesta muerte, indi– cando que fue capturado otra vez y encarcelado en Mac:rid. < 22 l Por tanto, no sabemos por cuánto tiempo estuvo ¡;reso, ni cómo murió. Lo cierto es que fue un admirable luchador contra la esclavitud y defensor de los derechos humanos, cuyo testimonio le hacen inmortal. 8. P. MIGUEL DE SANTANDER, OBISPO AUXILIAR DE ZARAGOZA. Entre tantos insignes capuchinos que vivieron en Zaragoza y Aragón queremos hacer una breve mención al famoso P. Miguel de Santander, por el hecho de haber desempeñado en la capital aragonesa el cargo de Obispo auxiliar. El P. Miguel Suárez nació en la ciudad de Santande:- el año 1744. Ingresó en la Orden Capuchina, perteneciendo a la Provincia de Castilla. Se formó en el seminario de misioneros de Toro, llegando a ser un orador de primer orden. Juntamente con el Beato :!)iego José de Cádiz, a quien superó como escritor y compositor de sermones, ambos fueron las dos grandes figuras de la oratoria de España en el siglo XVIII. Con un celo infatigable por anunciar la Palabn de Dios, el P. Santander fue recorriendo pueblos y ciudades de Castilla, León y Galicia con gran éxito y afluencia de público. En la misión del Ferrol en 1785 tuvo un auditorio de 15.000 personas. El fruto de sus "fervorosas y bien acreditadas misiones" como las definió el beato Diego José de Cádiz, radicaba en su profunda vida interior y en la austeridad de su vida capuchina. En los temas de sus Misiones Populares no sólo destaca:ian la ascética y el ejercicio de las virtudes cristianas, :Sino que tocaba con claridad y valentía los deberes sociales_ Había pláticas donde exponía cómo todo español debe prestar a las leyes civiles obediencia pronta y universal; < 2 o) LOPEZ GARCIA, «Dos defensores ... », o.e., p. 33. < 21 l AUTORES VARIOS, «Lexicon capuccionum», Roma. 1951, pág. 625. < 22 ) Citado por LOPEZ GARCIA, o. c. pág. 33.

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