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82 PRESENCIA ANTIGUA (1598-1835) En la vida del P. Lamberto hay tres aspectos fundamentales que resumen toda su actividad: Sus dotes para desempeñar el oficio de Superior, sus cuali– dades extraordinarias de predicador y su sabiduría como pro:esor y escritor de numerosos libros. Su vida ejemplar de capuchino observante a la Regla y Constituciones de la Orden le llevó a ocupar durante muchos años el cargo de Superior de los conventos de Epila, Teruel, Zaragoza y el de Ntra. Sra. de Cogullada. En el año 1778 se le encomendó la misión de ser Visitador PLlvincial de los Capuchinos de Aragón. Y finalmente, al servicio de la Iglesia desempeñó el oficio de Teólogo del Sr. Nuncio de España y el de Examinador Sinodal de los Obispados de Huesca y Jaca. Bien formado en Filosofía, Teología, Apologética, Ascética y Mística, el P. Lamberto se convirtió en el predicador más elocuente de Aragón en aquella época. Con un corazón abrasado en celo apostólico, predicaba con gran éxito las Cuaresmas en las principales catedrales e iglefias aragonesas, y era solicitado para proclamar los panegíricos de las fiestas ;iatronales más importantes. Sus sermones estaban tan perfectamente elaborados que muchos de ellos fueron editados y divulgados para bien del p.ieblo cristiano. Otra gran labor apostólica del P. Lamberto fueron rns años dedi– cados a la formación de los jóvenes capuchinos, ejerciendo el oficio de Lector o profesor de Filosofía y Teología en los Colegios ée la Provincia Capuchina de Aragón. Fruto de su dedicación al estudie y a la investi– gación son las obras que escribió y que fueron editad:1s. El escritor Latassa, al hablar del P. Lamberto de Zaragoza enumera 30 obras litera– rias, de las cuales solamente 6 están sin editar. Voy a hacer una breve reseña de las más destacadas y conocidas: L "Teatro Histórico de las Iglesias del Reino de Aragón", 4 -,ols, Pamplona, 1780-85. El motivo de escribir esta obra fue el siguiente: El agustino P. Risco, al publicar el tomo XXX de la "España Sagrada", produjo en Zaragoza vivas discusiones. Se estimó que la crítica del historiador agustino era excesiva– mente demoledora. Hubo polémicas, cartas cruzadas entre d Cabildo zara– gozano y el P. Risco, y al calor de este ambiente, el capuchino P. Lamberto de Zaragoza decidió publicar una obra apologética, en la que se ilustraban las glorias de las Iglesias aragonesas, sobre todo de la Metropolitana. Esta obra iniciada por el P. Lamberto fue continuada por su discípulo el P. Ramón de Huesca, que llegó a publicar cinco tomoE más. Los cuatro primeros tomos escritos por el P. Lamberto hacen relación expresamente a la Iglesia zaragozana. No fueron bien recibidos por ciertos sectores hostiles a los capuchinos. Por otra parte, algunos críticos modernos opinan que estos cuatro primeros tomos del P. Lamberto no

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