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100 PRESENCIA ANTIGUA (1598-1835) No obstante, la ocupación del convento por las copas francesas produjo numerosos destrozos en las habitaciones, puer::as, ventanas y dependencias. En el Archivo Histórico Provincial ée Zaragoza se conservan diversas facturas que testifican las obras de re::iaración que se hicieron durante el año 1810, a cargo del gobierno intrll50.( 9 ) La guerra terminó con el triunfo de los franceses, pe:-o como dijo el mariscal Lannes: « ¡Qué guerra! ¡Qué hombres! ¡ Un sitio en cada calle, una mina bajo cada casa! ¡Verse obligado a matar a tantos valientes, o mejor, .:r tantos furiosos! Aquella guerra es horrible. Se lo he escrito al Emperador: La victoria da pena». (JO) 2. LA LEY DE DESAMORTIZACION. El factor más importante que puso fin a la vitalidad Je la Provincia Capuchina de Aragón fue la Ley de Desamortización. Fue un hecho cuyas terribles consecuencias experimentaron casi todas as órdenes reli– giosas de varones de España. Los capuchinos no fueron .ma excepción. Suele fijarse como fecha de la exclaustración el año 1835. Sin embargo, parece más acertado fijarla en 1836. La Desamortización tuvo su momento álgido durante el reinado de Isabel II con las normas dadas por Mendizábal (1836) y Madoz (1855). En Aragón el número de conventos en 1834, según Madoz era de 185. Diez años después, más del 60 por ciento de los bienes eclesiásticos habían sido enajenados y vendidos. La última estadística de la Provincia Capuchina de Aragón en el año 1830 afirma que existían 19 conventos con un to-::al de 309 reli– giosos, de los cuales 30 eran sacerdotes, 145 predicadores, 56 clérigos y 76 hermanos. Estos datos evidencian que desde 178: a 1830 había disminuido la Provincia Capuchina en 170 religiosos. Sin duda que una de las causas mas importantes que contribuyeron a este :lescenso fue la guerra de la Independencia, durante la cual algunos conventos capu– chinos se vieron clausurados y saqueados. Esta acción desamortizadora se efectuó de manera escalonada, a base de varios decretos que vamos a comentar. Primero vino un decreto el 25 de julio de 1835 por e~ que quedaban suprimidos los conventos con menos de doce religiosos fijos. En virtud de este decreto ya comenzaron a ser cerrados algunos. < 9 ) ARCHIVO HISTORICO PROVINCIAL DE ZARAGOZA, (Hacienda-Bienes Nacionales), caja 722. (JO) AUTORES VARIOS, «Los sitios de Zaragoza», Madrid, 1908, pág. 77.