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LOS CONVENTOS CAPUCHINOS DE ARAGÓN 119 CONVENTO DE TERUEL (1632 - 1835) La ciudad de Teruel, capital de la provincia que lleva su nombre, está edifica– da a 915 metros de altura, en lo alto de un espolón, lugar estratégico y defensivo. Asus pies, riegan sus huertas los ríos Guadalaviar y Alfambra, que a un kilóme– tro se unen para formar el río Turia. Sus antiguas murallas han sido des– bordadas por los ensanches que han comenzado a surgir, principalmente des– pués de la última guerra española de 1936, en la que la ciudad de Teruel quedó en un lamentable estado de ruinas. La población se cifra en unos 35.000 habitantes. Es una ciudad en crecimiento en estos últimos años, aco– giendo a muchos de los habitantes de los pueblos pobres de la provincia que se refugian en la capital. La actividad económica se dirige hacia la pequeña industria, el comercio y especialmente los numerosos servi– cios Administrativos que exige su cali– dad de capital de provincia. Entre sus obras monumentales destacan la Cate- La catedral de Teruel. dral, la iglesia de San Pedro, junto a la cual está la sala que guarda el sarcófago de «Los amantes de Teruel», la iglesia de San Martín, la iglesia del Salvador, iglesia de la Merced, acueducto de los arcos, Casa de la Comunidad y Palacio Episcopal. La Diócesis de Teruel fue creada el año 1577 por Gregario XIII, ante la insis– tente petición de Felipe 11. 1. Fundación del convento capuchino El Convento de Teruel fue fundado el 22 de enero de 1632, siendo Obispo de dicha ciudad el Sr. D. Pedro Apaolaza. El titular y sello era la Virgen del Pilar. Ysu fundador, el Sr. D. Lupercio de Arbice.