BCCCAP00000000000000000001342

LOS CONVENTOS CAPUCHINOS DE ARAGÓN 105 Un testigo cualificado que visitó el convento con frecuencia fue el párroco de Aranda Don Ramón Lastiesas y tomó nota en su libro. Estos son los detalles que ofrece de su interior: ''.Antes de entrar en el claustro, que era largo y anchuroso, aparecía una buena sala destinada para la disciplina; entrando en él, a mano izquierda, se hallaba una celda muy capaz para hospedar al Padre Provincial cuando con su secretario viniese de visita; el cuarto de la sastrería con una mesa larga para cortar y coser allí los hábitos de los religiosos; celdas con destino a los enfermos, mucho mayo– res que las demás que tenían los que estaban buenos; y sobre todo, un oratorio cerrado con biombos, en el que se les decía misa a los enfermos".1 31 2. Enfermería provincial Al crecer el número de los capuchinos de la Provincia de Aragón, también aumentaron los religiosos ancianos o enfermos que necesitaban un cuidado especial. Cada convento tenía algunas celdas para atender mejor a los enfermos, pero además, parece que los Superiores pensaron en crear en el convento de Aranda una "enfermería provincial" que acogiese a un mayor número de ellos. El lugar tranquilo y apacible se prestaba a este servicio. Escribe Ramón Lastiesas: «Con el tiempo recibió el edificio del convento un aumento considerable; erigiendo un local muy firme y espacioso que se denomi– naba la enfermería. Consta cuándo se hizo esta obra, pues en una lápida o gran piedra aparece todavía una inscripción que dice así: "En el año 1742, a 6 de noviembre, se puso la primera piedra de esta fábrica de enfermería, y se conclu– yó el día 8 de agosto de 1744, siendo provincial el M.R.P. F. Antonio de Borja".1 41 3. Curso de estudiantes de teología El Convento de Aranda de Moncayo tuvo su importancia en la Provincia, no sólo por estar instalada allí una enfermería para los religiosos, sino también por ser sede y lugar de formación para los religiosos jóvenes recientemente profesa– dos. De la existencia de este Centro de Formación habla Ramón Lastiesas en dos ocasiones. Una, cuando al hablar de la predicación que los religiosos realizaban en la cuaresma dice: «No quedando en este tiempo en el convento por un común, más que el P. Guardián, y por haber curso de estudiantes, el P. Lector». 3. Ramón Lastiesas, o.e. Pág. 43. 4. Ramón Lastiesas, o.e. Pág. 43.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz