BCCCAP00000000000000000001106
-268- de hacer dejación de un derecho político que por el momento no tienen, sino de reconocer un hecho político que condiciona la vida nacional y cuya expresión es el tributo. Lo cual no obsta para que el israelita pague a Dios lo que es de Dios, mantenga sus esperanzas me– siánicas y defienda sus destinos espirituales: era el pue– blo de Dios, cuya palabra y conocimiento ellos guarda– ban como un tesoro destinado a toda la tierra. No había por tanto, cposición entre Dios y el César, entre el he– cho político mudable y el designio de Dios inmutable; entre el pago de unas monedas acuñadas por el imperio y las esperanzas mesiánicas que eran el alma del pueblo. Esta sapientísima respuesta desconcertó el plan de la comisión heterogénea de patrioteros y herodianos, y satisfizo cumplidamente al pueblo sencillo convencido de que el mejor modo de cambiar la situación política del momento, era secundar los planes de Dios, admira– blemente representados en el nuevo Profeta que tenían ante los ojos. Argumento apologético Estas palabras de Jesucristo son la carta magna de la libertad de los hijos de Dios, el fundamento cons– titucional de la Iglesia católica, y primer paso dado en pro de la civilización cristiana. No se figuraban cierta– mente lo-; hipócritas enemigos del Divino Maestro, que descubrían con su pregunta la clave para la solución del nudo gordiano en los conflictos político-religiosos que habrían de ofrecerse al pueblo cristiano, destinado a vivir bajo todos los climas, dentro de las diversas
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz