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-264- guna vez en las mil faltas que cometéis contra Dios? mentiras, desobediencias, palabras malas, rifias, pereza, mil y mil cosas que Dios os perdona, porque le pedís mi– sericordia, y no una, sino tantas veces cuantas arrepenti– dos vais a confesar vuestros pecados, o simplemente os arrepetís de corazón. Cuando os ocurra por tanto, pensar que vuestro compafiero o vuestro hermano o las personas mayores os ofenden, os deben algo, habéis de recordar las veces que vosotros habéis sido deudores de Dios y El se compadeció· de vuestra miseria. Compadecéos de la de los otros y así Dios estará siempre dispuesto a per– donaros; pero, si no perdonais, si por cualquiera cosa os quedais enojados, taimados, de mal humor, os ponéis te– mosos y hurafios por que os han dicho una palabrita o por– que os han negado un 'capricho, ofendéis el sumo amor de Dios tan bueno, tan compasivo, tan indulgente para cuantos humildes le suplican. Asívivireis en paz con todos, encontraréis siempre razones para ser buenos con todos y desaparecerá la cau:ia de la mayor parte de las discu– siones y rifias entre los nifios.