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-249- Explicación para los niños Solamente a los nifíos podría permitfrseles la curio– sidad de ver todos los días cosas nuevas y maravillosas, pero no a personas mayores como se supone sería el Ré– gulo de que hoy habla el evangelio, y que vino a pedir la salud para su hijo. Molestaba mucho a Jesús la intempe– rancia de tantas exigencias de milagros en los judíos: a cualquiera cosa que les decía, y, a la menor reprensión de sus malas costumbres, ya salían con el estribillo de que «qué milagros o sefíales les daba para que le creyeran o le obedecieran»:y si no se la daba se ponían de mal humor y lo abandonaban. Esos son nifíos viejos, nifíos en lo malo de los nifíos, y viejos en la falta de candor de los verda– deros nifíos. ¿Queréis que estudiemos bien ese fenómeno cómo un viejo puede ser un chiquillo travieso, y un nifío bueno es siempre un hombre razonable y simpático?.. Vosotros sois ahora nifíos en la edad y en las cos– tumbres y en la disposición candorosa de vuestra alma para tratar con Dios, Creéis al sacerdote que de Dios os habla, a vuestra madre qne os ensefía a rezar, al maes– tro cristiano que os explica el catecismo. Creéis a la san– ta Madre Iglesia que os dice lo que Jesús ha dicho y he– cho por vosotros; os basta saber que tal cosa la ensefía la Iglesia para creerla, que tal otra la manda Dios para hacerla enseguida: y aunque se os olviden con fre•

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