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-176- Explicación para los nifios No se puede servir a un tiempo a Dios y al dinero, pero... ¿si el dinero sirve para todo? ¿a quién se le ocu– rre ponerse a servir al dinero? Así creen los niños, y efectivamente, en cuanto ellos tienen algunas monedas ya están pensando en gastarlas y se echan cuentas gala– nas, de los dulces, juguetes y mil cosas que han visto en las tiendas y van a comprar. Por esto, no pueden enten– der que haya avaros, hombres o mujeres, que se pasan la vida juntando monedas, embolsándolas, multiplicándolas, encerrándolas en sus arcas bajo llave, contemplando con morbosa fruición sus montones de oro y de billetes o tí– tulos de riqueza, desasosegados, y mirando con espan– tados ojos si hay algún ladrón que los quiere robar. El avaro no come por no gastar, no duerme de miedo que durante su sueño le arrebaten sus tesoros; ¡¡Qué locura verdad?.. Locos son, sí, mis queridos nifios, los que aca– paran riquezas para muchos años sin tener seguro el día de mañana: locos y malos al desconfiar tanto de la Pro– videncia de Dios, y querer ocupar su lugar y proveerse ellos ante los reveses de la fortuna que se les antojan descuidos de la Sabiduría de Dios, o abandono de sus criaturas. Por eso precisamente dice el Evangelio que nadie puede servir a Dios y al mismo tiempo vivir éscla– vos del dinero, porque esa esclavitud le hará muy pron-
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