BCCCAP00000000000000000001106

-169- mucho más sin comparación que ellas?¿ Y quién de vosotros a fuerza de discwsos puede añadir un codo a su estatura? Y acerca del vestido, ¿a qué propósito inquietaros? Contemplad los lirios del campo, cómo crecen y florecen. Ellos no la– bran, ni tampoco hilan; sin embargo; Yo os digo que ni Salomón en medio de toda su gloria, se vistió con tanto primor como uno de estos lirios. Pues si una hierba del campo que hoy es, o flore– ce y mañana se echa en el horno, Dios as{ la viste ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fé? Asi que no vayáis diciendo acongojados ¿Dónde hallaremos que comer y beber? ¿Dón• de hallaremos con que vestirnos? como hacen los paganos, los cuales andan ansiosos tras to· das estas cosas; que bien sabe vuestro Padre la necesidad que de ellas tenéis. En fin, buscad pri· mero el reino de Dios y su Justicia, y todas las demás cosas se os darán por añadidura. Aclaración literal del-texto Las consideraciones deliciosas que el Santo Evan– gelio de hoy nos ofrece fueron dirigidas por Jesús a los íntimos, a los que le seguían con lealtad probada y, co– mo discípulos, estaban dispuestos a llegar hasta el fin abandonándolo todo por servir a la verdad y sacrificar– seJpor el Maestro que la ensefíaba.Jesús tenía sumo in- . terés en desvíar el pensamiento y los afectos de los su– yos de las· ideas y aspiraciones mesiánicas con que los doctores habían falseado el sentido de las promesas he– chas al pueblo de Dios. Adheridos los judíos a la letra

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz