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80 GUÍA DE SUPERIORES que nos estimen y respeten, es necesario que nos traten y les tratemos poco; porque en las frecuentes visitas y confianzas aparecen más fácilmente los defectos que las virtudes... El Superior que por visitas, por ministerios, por ne– gocios, por mil cosas, está con frecuencia fuera del con– vento, fuera de la celda... , no podrá atender como debe a la Comunidad. "Cuando el gato falta, los ratones bailan" ... 5. RUSTICISMO. E HIGIENISMO Nosotros hemos prometido la pobreza altísima, pero no la suciedad bajísima. Jesucristo y su siervo fiel Fran– cisco recomendaron la pobreza, pero no la porquería... Nuestros conventos, nuestras habitaciones, nuestros vestidos, nuestros utensilios deben ser pobres, pero lim– pios. Para el aseo conventual o personal no se necesi– tan grandes sumas de dinero; basta un poco de agua, de diligencia y de cuidado... La mala educación, la brusquedad, los modales ás– peros, repugnantes, la falta de hospitalidad, de corte– sía... , con los de dentro y con los de fuera, no son vir– tudes, sino defectos, y como tales, reprobables. Tampoco es virtuoso el extremo contrario. Usar de perfumes, de cosméticos; acicarlarse y arreglarS'e a la manera de los seglares con raya y tupé... , no están con– formes con la penitencia, la mortificación, la modestia de la vida capuchina. Evitar el feminismo y el rusti– cismo. Practicar la pobreza evangélica y seráfica, en con– formidad con nuestro estado y nuestras leyes. Hay que evitar ese higienismo moderno que cultiva con exceso