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CONP, XIV.-DE LA ESPIRITUALIDAD FRANCISCANA 195 ción; pero el templo se puede disponer según alguno de los estilos clásicos; y diremos que es un templo de estilo bizantino, románico, gótico, renacimiento, plateresco, etc. Cuando trataµios del espíritu particular de una Orden, no nos referimos a las notas g-enerales a todo espíritu cristiano, sino a su estilo particular, a sus lineas ·caracte– ríísticas, a su psicología especial. No podemos confundir la psicología de San Pablo con la de San Bruno, la de San Ignacio de Loyola con la de San Romualdo. No po– demos decir que tiene la misma finalidad próxima un Hermano de San Juan de Dios, que un Carmelita; un Cartujo, que un Jesuita... Cada Orden tiene sus fines particulares. Todas las Ordenes tienen por fin común la perfección evangélica, la santidad; pero conseguida por los medios específicos, particulares, que se propuso el Fundador respectivo. Cada Fundador tuvo finés especia– les y a ellos acomodó su legislación; según esos fines de– terminó su estilo, e imprimió su espíritu, y su psicología... ¿ Cuáles son los fines específicos del Seráfico Patriarca San Francisco? ¿ Cuál es el estilo que pudiéramos llamar franciscano? ¿Cuáles son sus características? En otros tér– minos: ¿En qué consiste el franciscanismo? No podemos hacer un análisis completo, tratar de todos los ideales que se prefijó San Francisco, ni examinar todas las ca– racterísticas de su espíritu. Mencionaremos sólo algunas más salientes. 1 .a Sin duda alguna que una de las características es la altísima pobreza, la dama querida del "Poverello", con la cual místicamente se desposó. Por esto algunos historiadores quieren que la pobreza sea como el alma del franciscanismo ...