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184 GUÍA DE SUPERIORES b) La persona, como tal, es el sujeto en que Dios de– posita esa autoridad para que la ejerza y haga sus veces. Filosóficamente hablando, esto es verdad, porque son dos cosas separables en teoría. Hoy día fácilmente en las relaciones de los súbditos con el Superior se prescinde del primer elemento y se atiende más al pernonalismo. Entonces, se cambia el ob– jeto de la obediencia: Qui vos audit, me audit; qui vos spernit, me spernit... Se hace la obediencia humana, no divina. De donde viene que al Superior se le considera como a un igual o primus inter pares... II. Con respecto a los demás. Nos referimos a distintas categorías de personas que conviene distinguir: 1) Respecto a los religiosos con los cuales se convi,– ve, se nota un individualisnw poco conforme con la unión y con la fraternidad; se miran más los intereses perso– nales que los de la Comunidad o Provincia; falta el espí– ritu de mutua colaboración en el apostolado, en la econo– mía, en la enseñanza... , entre los diversos oficios... Los predicadores murmuran contra los lectores, éstos contra aquéllos... , siendo necesarios todos esos oficios para el bien común ... 2) Respecto a los parientes. En algunos Institutos las relaciones con los parientes vienen moderadas con mayor severidad, en otros con menor... Si esta severidad en tiempos pasados se respetaba y observaba, hoy no se hace, o se dice: durus est hic sermo. Se tiende a alargar, se permite estar con ellos períodos de tiempo, por causas