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170 GUÍA DE SUPERIORES estima y lo que se ama cordialmente (9). Exhorta, pues, a los educadores a que hagan estimar y amar mucho la propia vocación, la propia Orden... "Guardémonos y avi– semos a nuestros jóvenes de la doctrina contraria (a la vida religiosa) dotada de un cierto espíritu de novedad, que, como dice el Papa Pío XII, se va difundiendo de modo siempre más grave y preocupante. La novedad no es jamás por sí misma criterio de verdad, y puede ser laudable solamente cuando confirma la verdad y lleva a la rectitud y a la virtud. No debemos olvidar que la idea base, evangélica, de la vida religiosa, teniéndola siempre viva y palpitante delante de nuestros ojos, sabrá soste– nernos y animarnos en nuestro esfuerzo hacia el ideal; y sólo en cuanto nos empeñemos en actuar el ideal de nuestra vida, las críticas del mundo contra la vida reli– giosa cesarán o perderán la fuerza" (10). 4. DURACIÓN DE LA EDUCACIÓN La educación, en un cierto sentido, debe durar toda la vida; porque hasta la muerte se puede uno ir perfeccio– nando, por lo menos en la ciencia y en la santidad de vida. Sin embargo, la educación en nuestra Orden com– prende las siguientes fases o etapas: Seminario seráfico, Noviciado, Estudio de Filosofía, Estudio de Teología, Curso de Sagrada Elocuencia... Dos palabras acerca de cada una de estas escalas de formación. 1. Seminarios Seráficos. Existen Reglamentos para los Seminarios seráficos. Muchas veces los Generales de (9) BENIGNO DE S. HILARIO MILANF.S, Carta Pastoral, p. 14. (10) !bid. o. c., p. 16.