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166 GUÍA 0B SUPERIORES de 1924:"Ad summos Ordinum Regularium aliarumque Sodalitatum religiosorum virorum Moderatores", sea la base de nuestra educación religiosa. A ésta añádase el conocimiento de la Constitución Apostólica Deus scien– tiarum Dominus, de 24 de mayo de 1931, que trata de los estudios eclesiásticos que se deben cumplir también por parte de los religiosos, y, por último, la Instrucción de la S. Congregación de Religiosos: Quantum Religiones, de 1 de diciembre de 1931, "Super formatione clericali et religiosa alumnorum ad Sacerdotium vocatorum deque scrutinio ante Ordinum susceptionem peragendam". A todos estos estudios deben también añadirse la Encíclica Ad catholici sacerdotii, del Papa Pío XI, y la exhortación Menti nostrae, del Pontífice reinante. En esta última es– tán sabiamente expuestas las directrices para una recta selección del clero, para el cuidado de las vocaciones, para la formación intelectual, literaria y científica, y, sobre todo, filosófica y teológica de los candidatos al sacerdocio, para su formación espiritual y moral, en con– formidad con las múltiples exigencias de la época co– rriente y según los laudables progresos de las recientes experiencias pedagógicas. De estos iluminados principios debe estar inform~da la obra de la educación de los candidatos a nuestra vida religiosa y sacerdotal (4) . 3. Estudio de la Pedagogía. La S. C. de Seminarios y Universidades dirigió el 21 de diciembre de 1944 una Epístola a los Ordinarios sobre la formación pedagógica, didáctica y catequista de los Seminaristas. Entre otras cosas, dice: "De las páginas del Evangelio, de las Letras (4) BENIGNO DE S. HILARIO MILANÉS, O. C., p. 5-6.