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132 GUÍA DE SUPERIORES no cumplía con su oficio y solía decir: "Cuando vuelva el alto (así le llamaban, porque era alto), ya lo hará." Aque,l pobrecito, cuando regresaba cansado, tenía que hacer tam– bién lo que pertenecía a ios demás... Prestar ayuda, colaborar, es una de las obras de caridad fraterna en una Comunidad o Provincia... cj Estabilidad. La ciencia, el arte, los oficios, no se improvisan. Se aprenden con el ejercicio, con la práctica. Además, cuando uno ya los posee y está más acostumbra~ do, resultan más fáciles, más gustosos... Pero lo que su– cedé muchas veces por unos motivos o por otros... , los Superiores se ven obligados a cambiar continuamente de oficio, de lugar, de Comunidad, de convento... Se pierde el gusto, el humor, la práctica... Se siguen otros muchos males... Creo que dentro de la movilidad que ordenan las leyes, se puede tender a una estabilidad un poco más durade– ra... No andar siempre danzando de nido en nido, de bosque en bosque. d) Esp,ecialización. Especializar la gente en lo po– sible. Los lectores, profesores, predicadores, los herma– nos Legos... La preparación y la especialización con el buen espíritu, ayudarán mucho para que los resultados sean más eficaces y mayor el rendimiento del trabajo... El Beato Diego de Cádiz, hablando de la solicitud- y su necesidad en los Superiores, pone varias advertencias o consideraciones. Entre otras cosas, dice: "Tiene dis– puesto tan sabia como discretamente nuestra Madre la Religión, que se repartan entre varios religiosos los cui– dado~ de esta solicitud, de modo que no cargue todo sobre los hombros del Prelado. El cargo, pues, del Superior