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126 GUÍA DE SUPERIORES lugar de velar nosotros para que no caiga en esta precio– sa tierra otro grano perjudicial y nocivo, nos entrega– mos ál sueño de la inacción en una culpable negligencia, precisamente vendrá nuestro común enemigo y sobre– sembrará la cizaña de las transgresiones de nuestras le– yes y aun de otras mayores culpas con que introducirá en nuestros claustros los estilos más abominables del siglo. Santa Magdalena Sofía Barat decía a las Superioras de su Instituto: ''Si continuáis orando y vigilando con celo por conservar el orden, la subordinación, la emula– ción, en el cumplimiento de los deberes, todo prosperará en ei Señor. Buscad de no alejar a ninguna. Acoged con indulgencia a las que se confiesan persuadidas de sus falta::,, y no castiguéis sino después de haber agotado to– dos los medios de la dulzura y de la persuasión." ¿Qué es lo que debe vigilar el Superior? Descendamos a la práctica de algunos pormenores en los que conviene que el Superior sea más vigilante: a) En el ternplo y en el culto divino. La iglesia, el coro, la sacristía y otros lugares sagrados deben ser cui– dadosamente vigilados y visitados por los Superiores_ lo– cales para que la gente y los religiosos puedan orar con devoción y dar un culto decente a Dios. El Superior debe vigilar por el decoro en las cons– trucciones, en las reglas del arte litúrgico, en la decora– ción, el aseo y la limpieza en los ornamentos, en los ban– cos, en los altares, en todo lo que sirve para el culto di– vino. "Nuestras iglesias sean sencillas, pero devotas, de-