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116 GUÍA DE SUPERIORES 3, CÓMO SE DEBE CONCEDER, NEGAR, DISPENSAR Y PROHIBIR El piloto, para gobernar la nave, se sirve de la brúju– la. Con este instrumento evita los desvíos y puede diri– girse con ruta segura al puerto deseado. La brújula del Superior, para gobernar, es siempre la prudencia, la dis– creción, el tener un. espíritu ponderador para saber apre– ciar las cosas, las personas y las circunstancias. El Superior debe saber mandar, saber corregir, pero también conceder, negar, dispensar, prohibir y realizar ,otros actos que son propios de la autoridad. l. Conceder. Si los súbditos piden cosas necesarias o convenientes al propio estado, permisos ordinarios den– tro de los límites de la legislación, los Superiores deben mostrarse benévolos y prontos, sin retrasos ni descon– fianzas que desconciertan al súbdito, por ejemplo: V e– r,emos, ya se verá, lo pensaremos... Si puedes y convie– ne, no andes con rodeos, reticencias... ; di un sí cate– górico... 2. Negar. Si lo que pide el súbdito no se puede con– ceder por ser contrario a la legislación, o porque el Su– perior no lo juzga oportuno, o por otras muchas razones que pueden ocurrir, diga con sinceridad y con claridad: -Dispense, que no me es posible; lo siento, pero hay ra– zones que no me permiten concederle este permiso... Si la cosa fuera abiertamente mala o ilícita... , no te– ner reparo en decir con San Juan Bautista: Non licet. No es lícito, no puedo. Es necesario obedecer primero a Dios que a los hombres... Si la cosa es dudosa, el Superior pondere con reflexión las circunstancias, tenga un criterio serio, sano y ponde-