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106 GUÍA DE SUPERIORES cianos o experimentados; que no sufren una pequeña ad– vertencia o caritativo aviso; que siguen su juicio en todo, creyéndose poco menos que infalibles e impecables. H o– minum est errare, et sapientium ernendare. Los Supe– riores pagados de sí mismos, egocéntricos, soberbios... , no tardarán en ser humillados. Se harán odiosos, y los súbditos, s1 no pueden sustraerse a sus mandatos, huirán cuanto puedan de su presencia... cj Iluniildad respecto a los Superiores Mayores. No hay duda que todo Superior tiene sus derechos y un cam– po de acción propio de su categoría. Pero todo Superior tiene otros Superiores sobre sí, y todos tenemos a Dios, que es el Supremo Legislador. Los Superiores inferiores es necesarío que sean obedientes, dóciles y humildes para con los Superiores de mayor categoría, siguiendo sus mandatos, directrices y consejos... Esta humildad y respeto no debe ser tal que los prive de las buenas y justas iniciativas; que no se atrevan a resolver las cosas más ordinarias para la buena marcha de la Comunidad; que la autoridad inferior sea nula, pu– silánime y abúlica ... No faltan Guardianes que, por ganarse las simpatías, la amistad... , del Provincial, procuran hacer sus ahorros para entregarlos al Visitador y congraciarse con él, pri– vando a los súbditos y al convento de las cosas necesa– rias a la vida... Es necesaria la dependencia de los Superiores Mayo– res, pero los Superiores inferiores deben tener la inteli– gencia y la ciencia necesarias para resolver los casos de su competencia y no estar continuamente consultando y preguntando cosas pueriles... Luego humildad sin pusi-