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102 GUÍA DE SUPERIORES trechado por dos partes: tengo deseo de ser desatado de la carne y estar con Cristo." Borra los pecados y las penas debidas por los peca,. dos; se dice en el capítulo 7 de San Lucas: "Perdonados le son muchos pecados, porque amó mucho." Sublinia los merecimientos; se dice en el capítulo 8-5 de la Sabiduría: " Si se apetecen riquezas en la vida, ¿qué cosa más rica que la sabiduría. que obra todas las cosas?" Edifica muchísimo al prójimo; se dice en el capí– tulo 45 del Eclesiástíco: "Para ofrecer incienso en olor de suavidad"; y en el capítulo II, 15, de la 2.ª epístola a los Corintios: "Somos buen olor de Cristo." Ahuyenta a los. demonios; se dice en el capítulo 6 del libro de Tobías: "Porque su humo hace huir a todo gé– nero de demonios." ln1Jita a los Angeles y a los Santos,· dice el Salmo 132, 1: "Fueron delante los príncipes con los que tañían sal– mos"; y en el capítulo 12 del libro de Tobías: "Cuando orabas con lágrimas", etc. Estos y otros muchos frutos provienen de la gracia de la devoción. Por eso, empéñe-se el rector de almas prin– cipalmente, en poseer esa gracia, cuyo oficio es instruirle siempre en las cosas que han de hacerse, ayudarle siem– pre para poder hacerlas y conservarle en la práctica de las mismas, evitando toda desviación. Mire, pues, el Prelado que obligación suya es orar, no sólo por sí, sino también por sus súbditos, ya que sin el auxilio divino no\ le sería posible guardarlos; dice el Salmo: "Si el Señor no guardare la ciudad", etc. Mire que está constituido en mediador entre Dios y los hombres que le están suje~ tos, a fin de que, así como gestiona los negocios de Dios respecto de los súbditos, enseñando, corrigiendo y con-