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96 GUÍA DE SUPERIORES San Pablo, escribiendo a su discípulo Timoteo, des– cribe las cualidades y virtudes de que han de estar re– vestidos los Obispos y diáconos, cómo se han de com– portar con los herejes, y concluye diciendo: Nemo ado– lescentiam tuam conteninat; sed exemplum esto fidelium in verbo, in conversatione, in caritate, in fide, in castita– te (2). El mismo San Pablo, al otro amado discípulo, Tito, dice: In omnibus teipsum praebe exemplum bonorum operum, in doctrina, in integritate, in gravitate, verbum sanum, irreprehensible: ut is, qui ex adverso est, verea– tur, nihil habens malum dicere de nobis (3). Es necesario que el Superior, recordando el aviso del Apóstol que dice: Sé modelo de los fieles, se manifieste en la propia vida como un ejemplar vivo en la observan– cia de los mandamientos, de tal modo, que no dé motivo a los que deben aprender de él, de creer que la ley del Señor es imposible de practicar o deba abandonarse. San Juan Crisóstomo: "El que preside a los otros debe sobresalir por su gran virtud, como el sol, que con su esplendor oscurece las luces de otras llamas" (4). San Gregario Magno: "Quien tiene cuidado de los otros debe persuadir más con los hechos y con la vida ejemplar que con los discursos" (5). San Buenaventura dice que los Prelados están obli– gados a tener una perfección mayor que los súbditos (6). Tomás de Celano, en la Leyenda segunda, cap. 140, dice que el Seráfico Padre quería que los Superiores, con (2) I Tim., IV, 12. (3) Tit., II, 7-8. (4) Hom., X, in I Tim. (5) Reg. Past. II. (6) Sent., III, Dist. XXX, q. II, 3.