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88 MANUEL GONZALEZ GARCIA «La experiencia consiste en la aprehensión del sentido de lo vivido, independientemente de su contenido. Todo en la vida tiene sentido. De todo podemos, pues, tener experiencia... Toda experiencia es un cono– cimiento, ya se trate de la experiencia que consiste en conocer por los sentidos, de una experiencia afectiva, o de otro tipo cualquiera de expe– riencias, aun las místicas ... Una cosa es, pues, en términos tradicionales, conocer algo por experiencia, empíricamente, y otra hacer o tener expe– riencia. El conocimiento que se logra en la experiencia empírica es el de cierto tipo de objetos susceptibles de ser percibidos. El conocimiento, en cambio, que alcanzamos en la experiencia vital es total, versa sobre todo lo vivido» 236. Toda ,experiencia, tal como la entiende E. Nícol, es un conoc1m1ento inmediato. Es decir, que la experiencia lleva consigo una cierta intuición del sentido que la experiencia tiene para el sujeto. Pero «inmediato» no significa una intuición plena del sentido de la experiencia, ni necesariamente una proximidad temporal, sin intervalo, de la captación del sentido de la expe– riencia. La intuición del sentido puede ser clara, confusa, completa, incompleta... También la intuición del sentido puede ser primaria o descubrirse en una reflexión posterior -introspección- que es, a su vez, una nueva experiencia. Normalmente, ni el conocimiento primario ni la reflexión posterior agotan el sentido de la experiencia, que se acumula a posteriores experiencias. Precisamente, por su ausencia de sentido, por ser actividad uniforme, las simples funciones somático-psíquicas o simplemente somáticas no entran en el concepto de experiencia. Toda experiencia es un conocimiento concreto, en cuanto la experiencia está constituida por lo vivido aquí y ahora, lejos de toda abstracción 237 • Esta explicación de la «~xperiencia» trae consigo una renovación del concepto de sujeto, del yo, pues justamente «esta posibilidad de dar sentido o de intuir el sentido que todo tiene para mí, y que tiene todo lo que yo hago, define o caracteriza fundamentalmente al hombre» 238 • Antes de recoger las primeras afirmaciones de E. Nícol· sobre el yo que aparece en la actualidad de la experiencia, nos parece oportuno recordar algunas aclaraciones que él mismo hace en La marcha hacia lo concreto. Ellas muestran la corrección que nuestro autor hace de los conceptos tradicionales de realidad y apariencia y, sin ellas, no serían bien comprendidas sus expli– caciones sobre el yo dado en la experiencia psicológica. Estas son sus afirmaciones capitales: 1) «No hay realidad ninguna detrás de la apariencia, escondida en ella o velada por ella». 236 VH 106. 237 Cf. PSV 60; VH 97-98, 106. 238 VH 106.

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