BCCCAP00000000000000000001097
EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 107 que sugiere el dispositivo interno y que diferencia totalmente la situación del sujeto humano respecto de la que tengan las cosas. Porque, en cuanto vita– les, las relaciones pasan a la categoría de cualitativas; son la riqueza que encierra toda experiencia. psicológica. En este punto, E. Nícol se sirve de varias preposiciones para resaltar la dimensión activa, vital, de la situación: el sujeto existe o está en, entre, con, frente, etc. 306. «Vital», aplicado a las situaciones humanas, significa que éstas son vivi– das por un sujeto de tal manera que: 1) En y por ellas se organiza la vida, no en sentido biológico, sino en cuanto vida humana, en c11anto peculiar y única 307, 2) En la situación vital «se integra lo vivido y se parte de lo vivido para determinarla» 308. Con esta última indicación queda claro que Ja situación vital no es ni el dispositivo externo, ni la circunstancia, ni el medio ambiente. En ningún momento se trata de aislar y situar al Slljeto frente a 11na exterioridad ajena. No existe tampoco la pura interioridad. Porque el sujeto, al vivir la situación vital, es afectado por su cambiante aquí y ahora, así como por la relación con las cosas y las personas. De aquí que sea importante la conciencia que el sujeto tenga en y de cada situación vital que viva. Por todo ello, «el cualificativo de vital .debe acompañar sin falta al sustantivo situa– ción. Con él se indica que la situación abarca lo externo y lo personal, funcionalmente integrados en una correlatividad dinámica; que además hay otro factor de dinamismo que aparece en lo puramente externo: hay cambios externos que, como las horas del día, las estaciones y los estados del clima, promueven cambios típicos en el dispositivo interno. Y por encima de todo, el dinamismo externo contiene ese factor específica– mente vital que .es la persona ajena, cuyo comportamiento me afecta más que nada, en tanto que es a la vez constante en su presencia y su ejercicio, y más imprevisible aún que las mutaciones del clima» 309 . 306 PSV 93, 94, 104, 108, etc. 307 E. Nicol recuerda que el término «vital» ha tenido significaciones distintas a lo largo de la historia del pensamiento (PSV 101). En cuanto a la dependencia que la teoría de las situaciones vitales pueda tener respecto de otras filosofías, E. Nicol es tajante: «Es indebido conectar esta psicología con ninguna doctrina o corriente de pensamiento vitalista. Quien así lo hiciese, denotaría no haber alcanzado a comprender su sentídoi.. La psicología de las situaciones vitales no ha vinculado . la suya a la de ninguna escuela filosófica;.. Si alguna conexión existe entre la base filosófica de la psicología de las situaciones y esta nueva filosofía que se llama existencial, ella debe buscarse por el lado del análisis de la temporalidad. Y esto, sin duda, no es cosa que pueda ser resuelta superficialmente, Sin embargo la conexión más directa, en relación con la. psicología, podría encontrarse mejor por el lado del análisis bergsoniano de la experiencia temporal y espacial» (VH 188-89). 308 VH 188. 309 CRS 83. El tema de las situaciones vitales .puede verse también en PSV 90-107; CRS 81-84; VH 188-89, 199-200. Cf. además. J. C. Torchia Estrada, 'Eduardo Nícol y la idea del hombre', en Cursos y conferencias (Buenos Aires 1963) 367.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz