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EL HOMBRE Y LA HISTORIA EN EDUARDO NICOL 101 1) Necesidad: La certidumbre del futuro nace de la continuidad de nuestra vida así como de la experiencia y la vida de los demás. Pero no puede hablarse de pruebas racionales o de argumentos de inducción para demostrar la existencia del futuro. El futuro «no es una consecuencia, sino una expectación que forma parte del presente» 283. Y tal expectación es la defensa del hombre contra el límite que tiene el futuro: la muerte. 2) Indeterminación: a) Porque el futuro no es, «será»: «Y mi futuro no es sino lo que puedo llegar a ser o llegar a hacer. Es la pura posibilidad existencial del hombre. Esta posibilidad se constituye, claro está, en el presente. Como ser que existe actuando, el hombre tiende a seguir existiendo. De ahí la necesidad del futuro, es decir, la inclusión en el presente de una posibilidad futura que no es, en verdad, realidad ninguna (realidad actual)» 284, b) Porque el futuro .recibe las determinaciones que nacen de la pre– visión y del propósito. Es evidente que la acción del presente -por los fines y los motivos-, implica siempre un propósito. Pero, aun en el caso de faltar el propósito, hay una previsión fundamental basada en el principio de la regularidad de la naturaleza 285. Otra previsión nace de la memoria, sin la cual no es posible que el presente se temporalice hacia el futuro. Si bien no es necesaria la presencia de todo el pasado; hay una actualización del recuerdo: «Pero no hay que entender por pasado sólo lo que fuimos. Nuestro pasado se compone de lo que ifuimos; de lo que podíamos ser y no fuimos; y de lo que sabemos que no pudimos ser. Y en el presente se articula con estos componentes del pasado nuestra opinión sobre cada uno de ellos, y sobre la opinión que los demás forman de ellos y que se nos alcanza a conocer'. De ahí formamos la idea, proyectada hacia el futuro, de lo que no podemos ser; de lo que no sabemos si podremos llegar a ser; de lo que queremos ser» 286 . Aun reconociendo la importancia de las dimensiones de la temporalidad que son el futuro y el pasado, la vida humana se sostiene, desarrolla y es en el presente. Frente a la metáfora del «camino de la vida», E. Nícol pro– pone una visión de la misma como de dos líneas temporales (pasado y futuro) que no progresan en direcciones distintas sino que concurren en el presente, eje que articula las otras dimensiones de la temporalidad 287 • 283 PSV 76. 284 PSV 77. 285 PSV 78. 286 PSV 79. 287 Cf. PSV 81. Aunque la vida dependa existencialmente del pasado, la definición se hace siempre desde el presente: «De cuai1quier modo que yo ,pretendiese definir al presente por el pasado, me obligaría a definir previamente el pasado y esto no podría hacerlo nunca sino a partir, justamente, del presente mismo. El pasado no sólo se cualifica desde el presente, sino en función de la realidad actual constitutiva de este presente» (PSV 82).

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