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El beato Angel Carletti de Chivasso (1412-1495), autor de la céle– bre Summa angelíca, es seguramente uno de los sumistas medievales más frecuentemente citados por los teólogos y moralistas de la edad moderna. En su obra puede percibirse sin excesiva dificultad el influjo considerable que ejerció sobre él el pensamiento doctrinal del renom– brado obispo y abad benedictino Nicolás Tedeschi. El beato Angel admite claramente pecados ex genere suo veniales, es decir, cometidos con deliberación y libertad 80 , y, siguiendo a Cle– mente V, atribuye a la materia cierto valor y significado en orden a la determinación de la gravedad de las diversas prescripciones jurídicas o morales. Pero este valor no es absoluto, sino más bien relativo y, tal como lo había indicado la clementina Exivi de p¡aradiso, depen– diente de la intención preceptiva del prelado o legislador y, tal vez, también de las mismas palabras con que éstos formulan sus propias ordenaciones 81 • Por lo demás, las propiedades que caracterizan a la materia grave y leve, son las mismas que había señalado el Panormitano. Así, una materia habrá de considerarse como grave o como leve según sea o no sea in se praeceptiva, o multum: ponderosa, o necessario, o verisi– militer excogitata multum a statuente 82 . El beato Angel de Ghivasso no se detiene a explicar el significado de estas expresiones, por lo cual no es posible emitir un juicio acerca de la extensión de la materia leve y de los pecados ex genere suo veniales. Ahora bien; ¿se converti– rían la materia leve en grave y los pecados ex genere suo veniales en mortales, si recayera sabre ellos un verdadero precepto o prohibi– ción? El beato Angel no se plantea este interrogante; pero tal vez respondería afirmativamente, porque todo precepto importa obligación 8 '° B. ANGELUS DE CLAVASIO, OFM, Summa angelica de casibus conscientia• libus, Venetiis 1582, pars 2, Peccatum, p. 212 s.: « Quoddam dicitur veniale, et istud aliquando est volontarium voluntate propria et simpliciter, sicut dicitur quando ex delíberatione quis dicit mendacium iocosum ». 81 Ibídem, pars 2, Lex, n. 3, p. 35 s.; pars 1, lnobedientia, p. 649 s. Puede consultarse el texto de la nota (82). 82 Ibídem, pars 2, Lex, n. 3, p. 35 s.: « Utrum lex canonica vel quaefibet alia lex seu constitutio vel statutum obligat ad mortale peccatum ex transgres– sione eius?... Considera ergo quod aut lex habet in se materiam praeceptivam et verisimíliter excogitatam multum a :,tatuente, et tune non cures de verbis, quia verba sunt accommodanda materiae..., et sic die quod inducit mortale. Si vero non constat de materia ubi quis esset certus de mente statuentis quod vult indu– cere ad mortale, sic inducit... Aut cum nescitur de mente latoris: tune considera quod aut verba sunt praeceptiva, puta praecipimus, iubemus: sic obligat ad 32

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