BCCCAP00000000000000000000963
178 DR. J. M. NUÑEZ PONTE medad cuyo carácter principal está en el desconcierto de las facultades. La persona histérica no puede asimilarse sus recuerdos, ordenarlos, unificarlos para los fines de su vida personal. La persona sana se mantiene en la armonía de sus potencias, y sabe asociar y clasificar sus operaciones y estados. No es posible dudar de la situación mental de una Santa Teresa, que no sólo describe y analiza sus visiones, sino además distingue con extremada precisión, mediante la antítesis y con observaciones filosóficas del mayor tino y pu– reza y de la más clara experiencia, los caracteres de las que son legítimas y los de aquéllas que no son sino engaños ima– ginativos (20). Como la excelsa doctora castellana, siempre tan llena de buen sentido y hasta de humor jovial, es gran maestra de vida contemplativa y cuenta entre nosotros tantísimos aman– tes, creemos será para gusto de nuestros lectores trasladar– les el escrito de Hernández, que verán en el Apéndice aun - que interminado, y que nos recuerda la proverbial devoción josefina del meritísimo obispo Monseñor Sendrea, para quien estaba dedicado. (20) V. cap. 28 de su Vida.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz