BCCCAP00000000000000000000963
DR. JOSE GREGORIO HERNANDEZ 169 cio que se construye, ha dicho el gran Obispo Dupanloup, tie– ne cimientos sobre que descansa; escondidos en la tierra pro– funda, esos cimientos no se ven, pero son ellos los que sos– tienen todo. Asimismo, las grandes obras que se producen, las grandes vidas que se despliegan, tienen en las profundi– dades del alma su raíz oculta, de donde se eleva con fuerza y nobleza cuanto aparece y brilla hacia afuera" (11). La oración es el abasto de todo oficio espiritual, de toda obra, misión o apostolado; es la lumbre de todos los deseos; es el sosiego, la paz, la consolación y la fuerza del alma; es el eslabón para ganar los favores de lo Alto; es el imán infa– lible que atrae, como fluído del cielo, la bendición y el cora– zón mismo de Dios. Y contrariamente a como creen nuestros hombres, mientras el trabajo exterior se apodere de nuestras facultades y las absorba, mayormente nos urgirá la vida in– terior y la oración, para pensar en no~otros pensando en Dios, para fortificarnos con Dios, si no queremos fracasar temprano o tarde en el vacío que un santo doctor ha resumido en estas vigorosas y gráficas palabras: afflictio spiritus, evacuatio gratiae, evisceratio mentis (12). La oración es la refección del alma, ineludible como la refección corporal lo es al orga– nismo. La plegaria y el silencio son los factores más eficaces del bien. "Los hombres silenciosos, dice Guibert, -no los que callan por ser nulidades, sino los que hablan poco porque viven mucho dentro de sí mismos-, son los hombres de gran– des energías. Reclútanse entre ellos de ordinario los varones de genio y los santos, los que conciben y ejecutan vastos pro– yectos intelectuales y artísticos, los que realizan inmolaciones heroicas en los claustros o en los grandes teatros de la ca– ridad" (13). (11) Dupanloup, Les hommes d'Education. (12) San Bernardo. (13) J. Guibert, L'éducation de la volonté.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz