BCCCAP00000000000000000000963
CAPITULO VI La amistad, la familia y la patria. - Blasones nobiliarios. - El amor cristiano de la familia. - La disciplina de la caridad. El padre de los suyos. - Abnegación perfecta. - Ciuda– dano y patriota excelente. Una de las más hermosas cualidades de las almas lea– les y grandes, una de las que mejor acusan la esmerada educación, la prestigiosidad de la virtud, que es al propio tiempo manantial de innumerables bienes, de muy dulce en– canto y sosiego para el espíritu, se vincula al mantenimien– to de la harmonía con los amigos y sobre todo en las rela– ciones domésticas y familiares. La amistad santa, la verdadera amistad, aquel medica– mentum vitae del Eclesiástico, es una luz, un lenitivo, una ayuda, en las tinieblas, en los dolores, en las pruebas y con– trariedades de la existencia. Contar con una alma amiga para comunicarnos, que nos comprenda, que nos aconseje, que se nos identifique y consustancie, es hallar con toda verdad un bálsamo, un tesoro, un regalo de Dios mismo. Aunque abstraído del diario bullicio, Hernández no dejó p01 cierto de amistarse, a causa de su profesión como por su fina espiritualidad, con algunos seres selectos y piadosos, con quienes establecía una íntima y primorosa reciproci– :iad de oraciones a que era fidelísimo, y en quienes depo– sitaba la más pura y sentida confianza al hacerlos confiden-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz