BCCCAP00000000000000000000963
DR. JOSE GREGORIO HERNANDEZ 123 mos por el hecho de ser cristiana, ni fundamos en ello las pruebas de su veracidad y su autoridad científica, sino por ser originada de la experiencia y la razón, por ser, como die<? Maritain, demostrativamente verdadera, por tomar su valor de su propia evidencia racional ( l O) . No ha faltado quien se dé a creer que Hernández con– fundía los dos campos, cuando en el Prólogo de sus Elemen– tos de Filosofía, después de decir que aquélla es la filosofía que él ha vivido, la guía de su inteligencia, la que le ha hecho posible la vida en las peregrinas circunstancias que le han rodeado, la que le conforta para seguir viviendo apa– ciblemente, recordando tal vez la palabra de San Agustín: non aliam esse Philosophiam . et aliam Religionem ( l 1), se plantea una objeción y allí mismo con hermoso laconis– mo la resuelve: "Mas si alguno, ~dice,~ opina que esta se– renidad, que esta paz interior de que disfruto a pesar de todo, antes que a la Filosofía, la debo a la Religión santa que recibí de mis padres, en la cual he vivido, y en la que tengo la dulce y firme esperanza de morir: le contestaré que todo es uno". En otra ocasión hemos aplicado a Hernández lo que el filósofo francés Boutroux dijo de Pascal: "Hubo en él un sa– bio, un cristiano, un hombre. Cada uno de los tres es uno, y el uno es el otro, y los tres no hacen más que uno". Cierta– mente, Hernández siempre es el mismo, en la firmeza de sus ideas, en su carácter ecuánime, en su personalidad distinta, cin la ejemplaridad consecuente de su conducta; igual a la r:abecera del enfermo prodigando su saber y su caridad, en la cátedra despidiendo rayos de luz, en el laboratorio des– ' ·ubriendo secretos para trasmitirlos generosamente a sus dis- (10) Jacques Maritain, Elémenls de Philosophie. (11) De Vera Religione, c. V, nº 8.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz