BCCCAP00000000000000000000946

2r3 Jesucristo fué obediente hasta la muerte; y en esto debo yo también imitarle necesariamente. No vine a la Religión para estarme en la celda o en el coro; no para hacer más oración ni más ayunos, sino para obedecer en todo aquello que me será ordenado. Así quiero ser: Obediente hasta la muerte. · Porque mis obras son en sí mismas muy imperfectas y de ningún valor las ofreceré al Eterno Padre baña– das con la sangre de Jesucristo. En las mortificaciones exteriores sé que se requiere la discreción; pero debo estar advertido que no sea esta discreción un mero efecto del amor propio. ¡Cuándo llegaré a poder decir: El mundo está muerto y crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo (1)1 Ruego a Jesucristo, por la inter• cesión de su Madre Santísima, que me dé gracia de poder decirlo una vez, pero con sentimiento de verdad y de corazón. Santos votos, santa Regla, santas Constituciones, vosotros sois mi amada cruz; en vosotros quiero vivir y morir con alegre generosidad, en aquel grado de perfección que Dios quiere de mí. ¡Oh Dios mío!, yo deseo ser santo, porque Vos queréis que Jo sea; pero asi como no deseo ser más santo de aquello que Vos queréis; así os ruego que vengáis en mi auxilio, para que yo llegue hasta donde Vos lo queráis. Durante estos días he hecho mi confesión general: y considerando la divina misericordia, que me ha ayu- (J) Mihi 11u1nd-us cnicifi:i:11.s est, et ego 1mindo. (Ga!at., 6-14.)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz