BCCCAP00000000000000000000946
194 malvado de los hombres halla alguna suerte de compa– sión, cuando es condenado al suplicio; se quita al ver• dugo, si al ejecutar al asesino le hace padecer mucho: f Jesucristo, abandonado a la indiscreción de los judíos, que continúan por hora y media descargando sobre El un diluvio de golpes, no halla uno solo que le compa• dezca en cosa alguna. El sufre sin lamentarse, ni dar siquiera la menor señal de turbación; y en la presencia del Padre Eterno se humilla, acepta todos los tormen– tos de su mano, y está contentísimo de poder hacerle tanta honra con una tan espantosa humillación. Hermoso ejemplo, el que me dais, ¡oh amante Sal– vador mío!, de mansedumbre, de humildad y paciencia; pero es tan vivo mi amor propio, y yo desconfío de poder jamás imitaros, si no me comunicáis un poco de vuestro espíritu. Yo os lo ruego por aquella sangre que· derramasteis por mí en la columna: dadme la gracia de asemejarme a Vos interior y exteriormente, cuanto deseáis de mí, que me parezca a Vos. EXAMEN PAACTKO En que se continúa sobre la observancia de las Constituciones. V. - Teniendo siempre fijo este pensamiento, de que todas aquellas cosas que te son impuestas por las Constituciones, son voluntad expresa de Dios, y por consiguiente obllgatoria su observancia, en fuerza del estado de Religioso Capuchino, que profesas, examí– nate sobre el capítulo quinto, que nos prescribe aspi ·
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz