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LAS CAUACTfü~lS1'ICAS í>li; LA Í'REDÍCACÍON FRANCISCANA 375 La aprobación abarca dos cosas: el examen y~la facultad de predicar. 667 El examen se debe extender a las costumbres y a la ciencia. Para la ciencia debe ser examinado de Teología dog– mática, Moral, Sda. Escritura, Derecho Canónico, Historia Eclesiástica ... (16). Nada prohibe que este examen sea el mis– mo del cuarto año de Teología, ·con tal que se extienda a toda la materia, y no sólo a la de aquel año . .El examen está reservado al M. General, el cual ordina– riamente delega al P. Provincial .con los Definidores y l.;ecto– res (17). Dispensar de este examen toca exclusivamente al P. Ge, neral. La dispensa se concede con mucha dificultad a los que han terminado los estudios en la propia Provincia; pero se concede más fácilmente a los que han frecuentado los estu, dios en una Universidad católica o pontificia. 668 La concesión de la facultad de predicar está reserva, da al M. General. Gregorio IX extendió esta facultad a los Ministros Provinciales junto con sus Definidores (18). Pero nuestras Constituciones no han aceptado esta concesión y siguen reservando el derecho al P. General (19). TERCERA PARTE las características de la predicación franciscana «Amonesto también 1J exhorto a los mismos frailes que en la predicación que hacen sean examinadas 1J castas sus palabras, a utili,. dad 1J edificación del pueblo, anunciándoles los vicios 1J virtudes, la pena 1J la gloría con brevedad de sermón, porque palabra abre~ viada hizo el Señor sobre la tierra». 669 La predicación del franciscano debe ir a tono con su vida, una vida de sencillez y de humildad. En las palabras transcritas el Santo, más que hablarnos (16~ A. O., 59 (1943), p. 13, (17 Const. 197, (18 Brev, Prohibente, en Bult, Fr,, I, n, 325, p. 287, (19) Const. 168.
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