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las niñas en su éxtasis ... Y decían ellas: "A)·. qué con– tenta está la Virgen porque hay tanta gente ... ¡Cómo sonríe y cómo nos mira a todos! ... "MIS CAMINOS DICE EL SEÑOR..." Mientras la gente apremiaba a las niñas con eso de "un milagro. un milagro" (es decir. un milagro especta– cular. del todo conYincente según los criterios huma– nos) esa misma gente no sabía Yalorar tal w1 ni advertir-- los muchos milagros que allí se iban reali– zando. y que eran saldficamente müs n1lit1sos y admi– rables que cualquier milagro de espectáculo. De tales milagros, muy salutíferos, mas poco llama– tivos. sólo algunos han ido llegando a nuestro conoci– miento: y se expiica. porque eran muy entrai\ablemen– te persona les. Tal. por ejemplo. el de una seiiorita de SegoYia. que iba abiertamente para "mundana". y en (,arabandal se encontró con que le cambiaban el rumbo. tan stia\'e como efica1111cntc. acabando en Hija de la Caridad. l .a cosa ocurrió a finales de enero de este año 1962. y como resultado de ciertas "señales" que la señorita fue recibiendo durante unos ~xtasis wspertinos de l.oli ... Lo que estaba sucediendo en su intimidad nadie podía captarlo: pero aquella misma noche empoó a desvelarse de algún modo ... Y no precisamente con palahras. 134