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110 ESTRELLAS EN EL CIELO -Grande es el. Dios de los cristianos-se oyó decir a una voz varonil. Era uno de los soldados que, ante el milagro, proclamaba en voz alta su fe. Maximiano, ciego de ira, ordenó que allf mismo Catalina fuese decapitada. Era el día 25 de noviem– bre del año 307. \ Nuestro Romancero habla del martirio de esta he- roica joven, si con poca fidelidad histórica, sí con toda b gracia y sencillez que el pueblo sabe poner en sus creaciones. A título de curiosidad transcribo una de las más hermosas versiones que, después de. varios si– glos, aun hoy cantan al corro todas las niñas de Es– paña: En Cádiz hay una niña q·ue Catalina se llama; su padre era un perro moro, m madre ·wna renegada. Todos los días de fiesta su padre la maürataba porque no quería hacer lo que su madre mandaba. La mandó hacer una rueda, de cuchillos y navajas; la rueda ya estaba hecha, Catalina arrodillada. Baja 'lm angelín del cielo, con su, corona y su palma.

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