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CXCV 15 no~iembre 1920. SUMARIO.--]. Palpo a maravilla la identificación con la dirección.-2. Estoy resignada en la voluntad de Dios.-3. Todo el día lo paso en oración. Deus meus et omma. M. R. P. Mariano de Vega. Mi venerado y amadísimo Padre de mi alma: Su reconocida y amantí– sima hija, postrada a sus pies espera su paternal bendición. 1.-Son las cinco de la tarde ya; pero no puedo menos de dirigirle unas líneas para confirmar lo que le decía al final de mi anterior. Sí, Padre mío; mi Dios querido, como le indiqué y me pareció, concedióme la gracia de experimentar cuanto en sus cartas me dice sin que se pierda ni una palabra. , He, pues, gemido y llorado mi desventura, degradación, ingrata correspon– dencia, etc., etc., con humilde y contrito corazón, pues mi Dios, todo bon– dad y misericordia, se ha dignado concederme la humildad y amorosa con– trición que V. R. me inculca sin perjuicio de la confianza, paz y gozo que reinan en mi alma. Bendito sea mi Dios, y dígnese su bondad recompensar a mi Padre tanto amor, celo y sacrificios como le cuesto. Palpo a maravilla la identificación de la dirección con la influencia di– vina, y con asombro veo sin previo aviso, o manifestación por mi parte, me dice lo mismo que siento, anhelo, busco, etc.: el hurto del Espíritu Santo, por ejemplo, pues es verdad que ya a principios de septiembre, cuando se imponía la Divinidad como incomprensibilidad, y mi alma-previa la iden– tificación con V. R. o cuando llegó ésta al grado de perfección que mi Dios pedía-empezó como a perderse en Dios por medio de mi Padre, en cuyo seno me veía como en un santuario, parecióme que Nuestro Señor con un Veni me llamaba y rnquería para que le siguiera a los profundos abismos de su vida íntima y de las inefables Relaciones establecidas en su seno; a