BCCCAP00000000000000000000899

162 CORRESPONDENCIA DE LA M. ANGELES CON EL P. MARIANO me ha dicho el P. Andrés, teme si será castigo, etc., y él la tranquilizó o pro, curó tranquilizarle, asegurándole que es voluntad de Dios. Bienvenida sea, que buena falta me hace aquí... Creo que la trae Nuestro Señor para que yo descanse un poco o descuide de lo temporal para que me dé toda a El. .. Más tarde, al mediodía, vino el P. Narciso y mandé al locutorio a la M. Vi– caria y Sor N. con encargo de que me escusasen con términos que puedan librarme del compromiso en lo sucesivo, pues no estoy para salir al locuto– rio. Lo mismo quisiera hacer con el P. Andrés. Al volver del locutorio las dos religiosas y darme cuenta de lo que han hablado del papel que desem– peña Sor N., etc., hemos hablado del modo de ser de la mayor parte de las comunidades, tan diferente a nosotras, y de los Padres, que ninguno nos gusta, conoce, etc., ni sirve para nosotras, tan raras y extravagantes o ton– tas; no sé qué calificativo dar a nuestro modo de ser; y que si vienen los PP. Franciscanos y el P. Manterola de Superior, como dicen, sobrarán aquí, porque no nos entendemos. Les he dicho lo que me ha significado el P. Andrés de la conveniencia del traslado de la M. Presentación y del poco interés que he visto en algu– nas religiosas de Logroño por retener a esta alma seráfica, que es un verda– dero tesoro. No sé si habré faltado; he procurado hablar en general y bre– ve. Si le escribe V. R., procure animarle y que no dé importancia a los ex– tremos de cariño, sentimiento, etc., que le manifiestan las jóvenes, pues no todas han sido fieles, y entre ellas alguna repetiría la historia de Sor N., si quedase allí la M. Presentación. Sor N. es la que quieren nombrar Presi– denta, ya Jo sabe ella. Aunque de trato más adusta, me gusta más Sor B.; pero lo han dispuesto así, no quiero intervenir en asunto tan espinoso, aun– que recuerdo que en otra ocasión me dijo la M. P. que Sor N. no tenía sim– patías con ninguna, ni jóvenes, ni medianas, ni ancianas. Sor B, sí. No sé a qué habrá obedecido el cambio. 2.-Respecto de la vocación que me consulta, creo que conviene que la joven se confirme en la vocación antes de ingresar, porque no dará resul– tado si entra en esa disposición. Desgraciadamente, se observa en la mayo– ría de las comunidades religiosas que hay exceso de fantasía y escasez 'de sólida virtud y de organismo e(ffilibrado; mucha poesía y poca virtud prác– tica y de sólida y verdadera espiritualidad; por esta razón no me enamoran las cualidades de la joven de referencia. Tal vez la vocación está en la ma– dre, no en la hija. Deseo que me diga su parecer acerca de la elección del nuevo Confesor

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz