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CLXXXII 10 septiembre 1920. SuMARI0.-1. Santa felicitación onomástica.-2. Deseos de confesarse con el Director.- · 3. Orando las últimas cartas de éste. Tuya soy, sálvame por amor de ti mismo, Dios mío, Misericordia mía. Madre de Dios, ruega por mí. M. R. P. Mariano de Vega. 1.-Con todo mi .corazón, alma y vida le felicito en su fiesta onomástica, mi venerado y amadísimo Padre; y ruego a mi Dios querido, Padre, Hijo y Espíritu Santo y a mi Madre y Reina divina, que suplan mi pobreza con los tesoros divinos que guardan en sus arcas, prodigándole su vida y perfec– ciones en el grado más alto que puede participar la criatura mortal, como recompensa de lo mucho que le debe mi pobre alma y de los sacrificios que está dispuesto a hacer por ella. Cuente, amadísimo Padre, con mis pobrísi- . mas oraciones siempre, pero de modo singular pasado mañana. Lamento la pobreza de mis méritos para obtener de mi Dios las gracias que quisiera para mi Padre, pero procuraré suplir esta falta invocando el amor infinito del mismo Dios, los méritos de su Unigénito Humanado y los· de su Madre Virgen para avalorar mis peticiones y conseguir, si es posible, licencia para penetrar ·en el santuario de la Beatísima Trinidad y apoderarme de sus te– soros. 2.-Al efecto, bendígame, Padre mío, y complete mi arrepentimiento con una absolución eficaz, que bien puede serlo aunque sólo sea deprecativa; po• deroso es Nuestro Señor para elevarlo a la categoría del sacramento de la penitencia, y lo hará, sin duda, pues no se explica de otro modo la imperio– sa necesidad que siento de confesarme con V. R. todos los días y todas las veces que mi Dios me recibe a su intimidad. Si me pongo en oración, la pri– mera necesidad que siento es de aniquilarme, y lo hago postrándome a los