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CLXXVIII 25-26 agosto 1920. StrnARI0.-1. Inquietud causada por haber hablado de su familia.-2. La unidad es para mí una necesidad.-3. Piadosa muerte de su madre.--4. Me unen relaciones de especial intimidad con la naturaleza angélica.-5. Caridad y misericordia ne– cesito, Padre mío.-6. Los Ejercicios espirituales de .1914.-7. Los Ejercicios de 1915 y la influencia del Director.-8. Los Ejercicios del año 1916 y los direc– tores.-9. Los últimos capítulos del tratado sobre la Vida espiritual.-10. Ejer– cicios de 1918 y 1919. Reviven las huellas divinas.-11. Sentí en todo su peso la propia debilidad.-12. El tratado sobre la Vida espiritual y su propia vida. 13. Empeño inútil en cambiar el objeto de su contemplación.-14. Obstáculos con que ha tropezado para la dirección.-15. Requerimientos a recoger del seno del Padre las otras dos Divinas Personas.-16. Esto constituye mi vida.-17. En el regazo de María.-18. La carta fecha 24. Tuya soy, sálvame por amor de ti mismo, Dios mío, Misericordia mía. Madre ·de Dios, ruega por mí. M. R. P. Mariano de Vega. Mi venerado y amadísimo Pedre de mi alma; Le saluda respetuosamente su hija pecadora y postrada a sus pies, besa su mano y espera su paternal bendición. 1.-Como le decía en mi anterior, el 20 salí tarde del confesonario, tan– to que justamente pude terminar la carta para ir al coro a Completas y oración. Por haberme detenido contra mi intención y costumbre en el con– fesonario para recibir el pésame y encargos que me <lió el confesor de asun– tos extraños a la confesión, me retiré de sus pies intranquila, como si no me hubiera confesado, a pesar de haberme actuado en el arrepentimiento, et– cétera. Por esto, y pesarosa sobre todo de haber hablado de mi difunta madre con el confesor y con las religiosas, en la oración hice propósito de no con– testar si volvían las religiosas a hablarme de la familia, propósito que ya ha– bía hecho varias veces los días anteriores; pero no lo había cumplido por el