BCCCAP00000000000000000000899
CARTA CLXXVII, 20 AGOSTO 1920 117 orar dicha cartar hasta que fué servido mi Dios reproducir una v1s1on y re– concentrarme en la dirección para que lo encuentre y goce todo, todo en mi Padre, sin necesidad de divertir mi mirada ni soltarme de la inefable y cada vez más íntima unión que· me une a V. R. El deseo más vivo que he tenido y tengo desde anoche es que mi Padre busque en mi alma las huellas divi– nas, las haga revivir (pues aunque es cierto que el mundo y el infierno no lograron borrarlas, sí las adormeció y como desvirtuó), y que las avalo– re con nuevas comunicaciones del Divino Espíritu, cuya presencia y fuego divino es el mejor que he percibido y percibo en el seno de mi Padre verdad. He comprendido que aquel abrirse mi alma y dilatarse de la noche del 14, fué preparación para que deposite en mi alma el Espíritu Santo, lo cual se repitió anoche, o desde ayer, con algunas variantes... Las faltas que he cometido: distracciones; he hablado de mi madre 4 ó 5 veces con las religiosas .y con el confesor al tiempo mismo que me acusaba de haber hablado de ella. ¡ Mire qué arrepentimiento! Bendiga a su pobre hija, que besa sus pies y manos, Sor Angeles.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz