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110 CORRESPONDENCIA DE LA M. ANGELES CON EL P. MARIANO para dirigir mi pobre alma. Y a ve, Padre mío, cuánto me quiere mi Dios y qué bien sabe resarcir mis penas y dolorosas privaciones de siete años.· Bendito sea eternamente. 2.-Me vienen deseos de hacer voto de no salir al locutorio. ¿No con– vendría que lo hiciera a disposición de V. R., para así negarme a todos los que V. R. comprende que me molestan y perjudican? Cada vez lo veo más conveniente, porque es grande, inestimable, el tesoro que me roban las v1s1- tas del locutorio, que casi todas son como las de esta semana. Ellos no pue– den reportar utilidad, porque no me siento llamada a consólar ni dar con– sejos, aunque vea claro las necesidades del interlocutor; al contrario, Nues– tro Señor me llama al retiro y estoy en el locutorio sumamente violenta. Sin provecho de los que me visitan, yo pierdo inmensos tesoros. ¿No le parece, Padre mío, que debo ·despedirme de todos, de todos, menos del Prelado o su delegado y mis hermanos, si me visitan alguna vez? A lo sumo podría aña– dirse a esto la visita de. alguna familia de las religiosas que me reclama, li– mitando a 15 minutos. Le repito, Padre mío, que, fuera de V. R., mi alma se asfixia, se enfría, se muere; y lo peor, que me perjudico a costa de sufrimientos e inquietudes. Reclámeme, Padre mío, aprisióneme en su seno y no me deje salir; conviene que me sustraiga al comercio humano absolutamente. Mis religiosas pueden representarme o reemplazarme en el locutorio, y algunas, Sor N., por ejem– plo, lo harán con gusto, porque comprenden que me molestan mucho. Ya lo hacen con los seglares, pero conviene que lo hagan también con los Pa– clres, etc., porque éstos me fatigan más y me perjudican. Conjure a las cria– turas que no se acerquen a mí, que _no me despierten ni perturben el místi– co y vivificador reposo que goza mi alma en la soledad, de lo contrario, será menos eficaz la influencia de la dirección, o por lo menos será interrumpida con frecuencia; y es lástima, porque supone una pérdida grande. Quiero vivir toda con el Todo, y el medio de conseguirlo es aislarme de todas las criaturas y alejarme a distancias infinitas, encerrándome en su corazón, don– de lo encuentro todo y donde únicamente soy feliz y vive mi pobre alma. Todo lo delI\ás, muerte e infierno. 3.~EI sábado 14, poco más de las ocho, mientras recitaba el primer noc– turno de Maitines, sentí en mi interior una cosa como que mi alma en pre– sencia de la Santísima Trinidad, en cuyo seno miraba a V. R., se abría de par en par y al abrirse y franquear sus senos a Dios tres veces Santo en la persona de su ministro, dilatóse tanto, tanto, que parecía una inmensidad ex-