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• J iM en cuanto es de su parte perp'etuarse en el acto de comunicac1on divina que le compete, vuelve a embestirme en el momento que me desocupo y aun eri medio de las ocupaciones me hace sentir los gemidos inefables que produce en el fondo del alma; y todas las veces .que le recuerdo a mi Padre, es el primero que me sale al encuentro, como si se adelantara a la primera y se– gunda Persona de la Trinidad, cuando le busco en V. H., exceptuados los casos en que el Padre o el Hijo embisten a mi alma en grado extraordinario para fines especiales, el 8 por la mañana; por ejemplo. 2.-Lo que más ha llamado mi atención en estos días ha sido lo siguien– te. Después de la comunicación del domingo, en la que Dios Padre parecía haberse impuesto a mi alma a manera de nube, niebfa, luz y pabellón, y que me cubría y con ansia suma procuraba comunicarme su ser y vida. di 0 vinas, todo por medio de V. R., por manera que tan pronto lo veía a través de mi Padre cual si éste fuese transparente, como se mostraba identificado con V. R., mi alma. quedó adherida a Dios en un reposo divino, gozando una felicidad difícil de explicar, pues reposaba y percibía la vida divina a un mismo tiempo. Mi estado era pasivo, y en este estado de 'inacción apa– rente percibía, gustaba y gozaba la vida de Dios que se me comunicaba por medio de V. R., o no sé cómo explicar. Mi alma permanecía inséparable– mente unida a V. R. con una unión mucho más íntima que el sarmiento ad– herido a la vid, y mientras reposaba en su seno,. como a través de V. R., pero con visión clara, percibía la vida de Dios que me comunicaba la pri– mera Persona de la Trinidad espe~ialmente. Digo especialmente, porque Díos Padre mostraba mayor empeño, y lo que percibía mi alma era ser y vida; pero las tres divinas Personas influían cada una eri su manera con mayor o menor intensidad. El domingo por la mañana parecía que Dios Padre me comunicaba su vida con dificultad, que tenía que esforzarse para transmitirme sus sobera– nas efusiones, pero después de breves momentos se e..stableció una corriente tan secreta y suave como eficaz y divina. Y este modo de comunicarse Dios a mi alma por medio de mi Padre en medio de un reposo y felicidad admi– rables, es habitual• desde el citado día, con la diferencia que desde el mar– tes, el Verbo y el Espíritu Santo son los que especialmente se me ·imponen. Sufro por tener que atender a las obligaciones exteriores, pu(')s aunque no me .privan del reposo y vida divina que percibo y disfruto en el ser¡.o di mi Padre, me molesta y fatiga algo toda acción y movimiento, especialmente el Oficio Divino, Corona, etc. En el refectG>rfo es donde mejor estoy, fuera