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CARTA V, 24 AGOSTO I9IO 71 pues no sé dar un paso en el camino de la virtud sino a· fuerza de fa':ores y aun estos inutilizo casi todos, haciendo tan poco aprecio y ningún caso de ellos, que es un horror ver lo que pasa en mí. ¡ Qué vida más tibia, más disipada, más relajada .vivo en este mundo lleno de Dios en que habito ! ¡ Qué responsabilidad ante Dios ! Mañana 25, a las dos de la tarde, se cumple la fecha y hora en que me despedí de mis padres (hace diecinueve años) para venír a Va-. lladolid, a donde llegué a las once y media de la noche, y pasado ma– ñana, la .de mi ingreso en este sagrado claustro ( I). Dieciocho años de vida deseaba me concediera el Señor en. esta santa casa para hacer olvidar a su Majestad con los servicios .prestados durante los mismos los agravios inferidos en los dieciocho que viví en el siglo. Ya llevo diecinueve y todavía estoy por comenzar a servirle. ¡ Y si fuera sólo estar sin comenzar ! No digo más porque .me ha prohibido usted pensar, hablar y escribir sobre los pecados de la vida pasada. ¡ Qué pena me da mirar atrás ! · 5.-Vamos ahora a. otro asunto. Siento .mucho molestarle y senti– ría que se disgustase conmigo por lo cargante que soy, pero me intranquiliza tanto cualqllier cosita, que no puedo menos de comu– nicárselo, pues de lo contrario me metería en mil ansiedades, escrúpu– los y confusiones. Tenía yo· dos cartas éque pudieran mejor llamarse epístolas) escri– tas por nuestro dignísimo Padre Confesor, en una de las cuales me enseñaba la conducta que debía observar con Jesús Sacramentado, y en la otra en mis relaciones· con las religiosas: En la primera había una cosa que me molesta]?a mucho, por lo que hace un año próxima– mente la efltregué a las llamas, sacando una copia sin la cláusula que tanto me molestaba, cuya copia conserva una religiosa a quien regalé hace poco, pues no tiene GOSa particular. La segunda carta la he conservado en mi· poder hasta hace un mes poco más o menos,. que también la inutilicé, pensando que ya no me hacía falt~, como así es, pues a mí no me sirve de provecho ninguna Garta, plática, documento, consejo, etc., etc., fuera de las que me dirige el encar– gado de la dirección de mi alma, mientras que las de éste comuni– can a mi alma una verdadera _vida y son el úniéo objeto, puede de- . . (r) Tanto la despedida de su familia ,como el viaje a Valladolid e ingreso en el convento lo describe en la Autobiografía, p. 40. .