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CARTA IV, 12 AGOSTO 1910 .59 ·azotar con ésta humildad al demonio; cuyo propósito aprobado por Dios en todas sus partes, cesó aquella comunicación..divina, y quedé con deseos de dar el lleno de la realidad a. todo lo que entendí. 3.-El día n:ueve, cuando recib.í a Jesús en mi pecho en la sagrada comunión, confesé a su Majestad todos mis pecados en términos ge– nerales, como acostumbro hacerlo siempre que quiero o me siento movida a ponerme en comunicación con Dios (1) .. Confesadas mis culpas, deseaba yo descansaf en Jesús o no sé qué; pero el temor de que dejaría de existir sacramentado en mi pecho .antes de hacer las súplicas que deseaba a favor de la humanidad, me obligó a privarme de aquel descanso y a pedir el remedio de tantas necesi_dades como hay en el mundo, y sobre todo por la Iglesia y la patria y destrucción del imperio de satanás. · Al ofrecer· a Dios Padre su Divino Hijo Sacramentado en con– cepto de holocausto impetratorio para obtener de su bondad el des– pacho favorable de mis súplicas dirigidas al mismo. Divino Hijo, en– tendí Jo siguiente: Que tengo una doble misión que cumplir, y q11Je Dios Nuestro Señor espera recibir mucha gloria accidental si yo, respondiendo a sus designios, cumplo como es debido con esta do– ble misión, en cuya misión está comprendida la salvación de muchas almas que tiene determinado salvar por el instrumento inútil de mi persona tan despreciable en todos conceptos. Empero esta salvación de las almas, o empleo o dedicación (no sé cómo diga) de mi vida a salvar ·a las mismas, es como la parte secundaria de esta doble mi– sión, de cuyo empleo o salvación de las almas espera recibir mucha gloria, pero más de la primera, que consiste o consistirá en un vivir mi alma de una misma vida de amor y de gloria con Dios : de glo– .ria se entiende, sufriendo en este mundo los efectos dolorosos que este mismo amor y gloria de Dios produce en el alma, y en el cielo gozando; que esto se verificará en mí mediante una humildad no solamente profunda, sino com;umada en cuanto es posible en una pura criatura; que todas sus predilecciones (de Dios) por mí, tomo tantas veces me lo ha demostrado (y es verdad), han sido efecto de (r) La M. Angeles explica en la Autobiografía, p. 350 y sigs., el método y la frecuencia de estas confesiones hechas. directamente a Jesús o a la Beatísima Trinidad, como también el alivio y descanso que en •tilas encontraba su alma atribulada. · ITINERARIO .MISTICO 6