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IV / 12 agosto 1910. SuMARI0.-1. Causas de .su descontento.-2. Sorprendentes efectos del acto de aban– dono hecho el día seis.-3. Dios espera grandes cosas de su humildad.- 4. Zozobra ante la idea de comunicar estos favores. J. M. J. F. M. R. P. Mariano de Vega. León. Mi muy amado y venerado Padre: Salud y paz en Nuestro Se-. ñor Jesucristo. Después de saludarle con el respetuoso cariño que le' debo, como a mi. Padre, le ruego humildemente me ,dé su santa be·n– dici6n. r .-Cuando escribí mi última carta, debía estar mi alma metída en algún túnel, pues estaba en pleno día y no veía la luz ; por esto me llamé desgraciada, de lo cual me arrepiento, pues cteo haber in:. juriado a mi Dios. El cargo de Abadesa fué uno de los rnótivos que tuve para creerme desgraciada, · cuyo cargo me pone a veces en tér– minos de detestar, por no decir maldecir, no sé si mi 'suerte o el mismo cargo, porque me obliga a figurar eÍ1 la comunidad y aparecer a los ojos de los hombres lo que no soy. Y corno rrie siento llamada por Dios a vivir en el terreno de fa verdad y no de la mentira, o sea· en el lugar en que me colóca: el conocimiento própio, que dista mucho def que ocupan la inmensa mayoría de fas criaturas y mucho más del que me da· el apreció y estimación de las mismas, es por esto qüe aborrezco todo lo que sea figurar en el rnundó y parecer lo que no soy, y todo trato y comercio de criaturas, de quienes quisiera huir muy lejos, muy lejos, pues no puedo tratar con ellas sin hacerme viólencia, y a véces mucha, y tanta que si pudiera trocar mi suerte por la de los cadáveres destinados a la sepultura, contenta les Cedería mi püesto